Cuando diseñamos sitios web o aplicaciones, queremos crear experiencias que sean fáciles y agradables para los usuarios. Para ello, los diseñadores suelen basarse en las llamadas leyes UX.
Son principios que explican cómo interactúan las personas con la tecnología. Al igual que las leyes de la física nos ayudan a entender el mundo que nos rodea, las leyes de la experiencia del usuario nos ayudan a entender cómo crear mejores experiencias digitales.
En este artículo, exploraremos los diferentes tipos de leyes de UX y veremos cómo pueden mejorar nuestros diseños.
Qué son las leyes de UX
Las leyes de UX son directrices que ayudan a los diseñadores a crear mejores experiencias de usuario. Son útiles para quienes trabajan en interfaces de usuario y diseños de productos. Estos principios de UX se basan en la psicología, lo que significa que nos ayudan a entender cómo la gente ve y utiliza los distintos productos.
Siguiendo estas directrices, los diseñadores pueden crear productos más fáciles y agradables de usar. Hay varios tipos de leyes de UX, cada una con su propio enfoque y propósito. Veamos algunas de las más comunes.
Orígenes de las leyes y principios de UX
Aunque la idea de las leyes y principios de la experiencia del usuario puede parecer un concepto moderno, en realidad tienen sus raíces en diversos campos como la psicología, la ciencia cognitiva y la interacción persona-ordenador. Muchos de los conceptos que subyacen a estas leyes y principios se han estudiado y validado a través de la investigación.
Una figura influyente en este campo es Don Norman, científico cognitivo autor del libro "The Design of Everyday Things". En este libro, Norman habla de la importancia de comprender cómo piensan y se comportan las personas cuando interactúan con la tecnología o los productos.
Otro colaborador clave es Jakob Nielsen, consultor de usabilidad que ha publicado múltiples libros sobre diseño web y experiencia de usuario. El trabajo de Nielsen se centra en hacer que los sitios web sean más usables siguiendo principios de diseño establecidos basados en el comportamiento humano.
¿Cuántos tipos de leyes UX existen?
Existen 6 leyes de UX ampliamente reconocidas que todo diseñador debe conocer, entre las que se incluyen la Ley de Hick, la Ley de Fitts, los Principios de la Gestalt, la Ley de la Proximidad, la Ley de Jakob y el Efecto de Posición Serial, cada una con su propia perspectiva única sobre la creación de diseños fáciles de usar. Sin embargo, constantemente se desarrollan nuevas leyes y teorías. Por eso, es importante mantener la mente abierta y seguir aprendiendo sobre los principios emergentes.
Ley de Fitts
La Ley de Hick sugiere que el tiempo que tardan los usuarios en tomar una decisión aumenta a medida que crece el número de opciones. Esto significa que, cuando se enfrentan a demasiadas opciones, los usuarios pueden sentirse abrumados, lo que prolonga el tiempo de toma de decisiones.
Para crear una experiencia de usuario más eficaz, los diseñadores deben intentar simplificar las opciones. Por ejemplo, en lugar de presentar a los usuarios una lista exhaustiva de opciones en un menú, agrupar elementos similares o destacar las opciones más utilizadas puede facilitar y agilizar la navegación.
Al reducir la carga cognitiva, la Ley de Hick subraya la importancia de la claridad en el diseño y, en última instancia, ayuda a los usuarios a tomar decisiones más rápidas y seguras.
Ley de Fitts
La Ley de Fitts se centra en la relación entre el tamaño y la distancia de un objetivo y el tiempo que se tarda en alcanzarlo. Este principio postula que es más fácil interactuar con objetivos más grandes y cercanos al usuario. En la práctica, esto significa que los botones o enlaces de una página web deben diseñarse teniendo en cuenta su tamaño y ubicación.
Por ejemplo, los botones de uso frecuente deben ser más grandes y colocarse donde los usuarios puedan alcanzarlos fácilmente, sobre todo en dispositivos móviles. Aplicando la Ley de Fitts, los diseñadores pueden mejorar la usabilidad y aumentar las probabilidades de que los usuarios utilicen las funciones esenciales sin frustraciones.
Principios de la Gestalt
Los principios de la Gestalt explican cómo las personas perciben los elementos de la interfaz de usuario como grupos cohesionados y no como componentes aislados. Estos principios, que incluyen conceptos como similitud, continuación y figura-fondo, guían a los diseñadores en la creación de diseños que facilitan la comprensión intuitiva.
Por ejemplo, el uso de colores y formas coherentes para botones o acciones ayuda a los usuarios a reconocer rápidamente sus funciones. Además, la disposición visual de elementos relacionados puede mejorar la navegación al llamar la atención sobre las conexiones entre ellos. Al aprovechar los principios de la Gestalt, los diseñadores pueden crear un diseño de interfaz de usuario más organizado y visualmente más atractivo, lo que en última instancia conduce a una mejor experiencia de usuario.
Ley de la proximidad
La Ley de la Proximidad refuerza la idea de que los elementos situados cerca unos de otros se perciben como relacionados. Este principio es especialmente útil para organizar el contenido de una página web o una aplicación. Al agrupar elementos relacionados, los diseñadores pueden ayudar a los usuarios a entender intuitivamente las conexiones, haciendo que la navegación sea más fluida.
Por ejemplo, en un formulario, colocar campos relacionados -como el nombre y los apellidos- cerca unos de otros ayuda a los usuarios a reconocer su relación y a rellenarlos con mayor eficacia. Utilizar la Ley de la Proximidad no sólo mejora la usabilidad, sino también la coherencia general de la interfaz.
Ley de Jakob
La Ley de Jakob afirma que los usuarios pasan la mayor parte de su tiempo en otros sitios, lo que les lleva a esperar experiencias similares en distintas plataformas. Esto significa que la familiaridad es crucial en el diseño de la interfaz de usuario. Siguiendo patrones y convenciones de diseño comunes, los diseñadores pueden reducir la curva de aprendizaje de los usuarios.
Por ejemplo, colocar las barras de navegación en lugares conocidos o utilizar iconos estándar puede hacer que un sitio web sea más intuitivo. Cuando los usuarios entienden rápidamente cómo navegar por un sitio basándose en sus experiencias previas, se fomenta una interacción más eficaz y agradable, que les anima a seguir interactuando con el contenido.
El efecto de posición en serie
El efecto de posición en serie pone de relieve que los usuarios tienden a recordar mejor los primeros y los últimos elementos de una serie que los situados en el centro. Este principio tiene importantes implicaciones para el diseño, especialmente a la hora de presentar información u opciones.
Por ejemplo, al crear una lista de características o productos, colocar los elementos más importantes o atractivos al principio y al final puede aumentar su visibilidad y capacidad de memorización. Al comprender el efecto de posición en serie, los diseñadores pueden organizar estratégicamente el contenido para captar la atención del usuario y mejorar el recuerdo, lo que en última instancia conduce a una comunicación más eficaz de la información.
Otras leyes y principios de la experiencia del usuario
Aunque las tres leyes mencionadas anteriormente son fundamentales en el diseño de interfaces de usuario, hay muchas más leyes y principios de UX que los diseñadores pueden utilizar para crear una mejor experiencia de usuario. He aquí algunos más a tener en cuenta:
Ley de la similitud
La ley de la similitud establece que los elementos que parecen similares se perciben como parte de un grupo. Los diseñadores pueden aprovechar este principio utilizando colores, formas o tamaños coherentes para elementos relacionados, lo que ayuda a los usuarios a identificar y categorizar rápidamente la información. Por ejemplo, utilizar el mismo estilo de botón para todos los botones de llamada a la acción crea una señal visual que fomenta la interacción del usuario.
Ley del destino común
Este principio sugiere que los elementos que se mueven en la misma dirección se perciben como relacionados. En una interfaz dinámica, como animaciones o transiciones, agrupar elementos que cambian o se mueven juntos puede ayudar a los usuarios a entender sus relaciones y funcionalidades. Por ejemplo, si se animan varios artículos de un carro de la compra para que aparezcan juntos durante el proceso de pago, es más probable que los usuarios los perciban como un grupo cohesionado.
Efecto estética-utilidad
Este principio postula que los usuarios suelen percibir los diseños estéticamente agradables como más usables, aunque no sean necesariamente más funcionales. Los diseños atractivos pueden aumentar la satisfacción del usuario y fomentar la confianza en un producto. Por lo tanto, centrarse en la estética -a través de esquemas de color, tipografía e imágenes cuidadas- puede influir positivamente en las percepciones y experiencias de los usuarios.
Regla del pico final
La regla del pico y el final sugiere que las personas juzgan las experiencias en función de cómo se sintieron en el punto más intenso (el pico) y en los momentos finales (el final), más que por la experiencia en su conjunto. Los diseñadores pueden aplicar este principio asegurándose de que los momentos clave del viaje del usuario, como la incorporación o el pago final, sean memorables y positivos. Esto puede incluir elementos visuales atractivos, mensajes alentadores o experiencias gratificantes que dejen una impresión duradera.
Teoría de la carga cognitiva
Esta teoría hace hincapié en las limitaciones de la memoria de trabajo y sugiere que los diseños deben minimizar la carga cognitiva para mejorar la experiencia del usuario. Al simplificar las tareas y reducir la información innecesaria, los diseñadores pueden ayudar a los usuarios a centrarse en los elementos clave. Por ejemplo, dividir los formularios largos en pasos más pequeños y manejables puede aumentar las tasas de cumplimentación al hacer el proceso menos desalentador.
Principio de retroalimentación
Para guiar a los usuarios a través de las interacciones es fundamental proporcionarles información clara y oportuna. Los usuarios deben ser informados de los resultados de sus acciones, ya se trate de un envío correcto del formulario o de un mensaje de error. Una retroalimentación eficaz puede aumentar la confianza y satisfacción del usuario al confirmar que sus acciones han sido registradas, reduciendo la incertidumbre durante las interacciones.
Principio de coherencia
Este principio subraya la importancia de mantener elementos de diseño coherentes en toda una plataforma. La coherencia en la terminología, los estilos visuales y los patrones de interacción ayuda a los usuarios a familiarizarse con una interfaz y a confiar en ella. Cuando los usuarios encuentran una experiencia coherente, pueden navegar de forma más fácil e intuitiva, lo que mejora la usabilidad.
Aplicar las leyes de la experiencia de usuario al diseño
Las leyes de la experiencia de usuario se basan en ideas básicas que los diseñadores suelen seguir instintivamente. Estos principios guían la creación de diseños fáciles de usar. Una idea clave es ser cuidadoso y preciso con lo que se presenta a los usuarios, pero más tolerante y adaptable con lo que se recibe de ellos. Esto significa proporcionar información clara y directa y, al mismo tiempo, estar abierto a las distintas aportaciones de los usuarios.
Para aplicar eficazmente estos principios de UX, es importante utilizar las herramientas adecuadas. Por ejemplo, las herramientas de pruebas de usabilidad de sitios web pueden ser muy útiles. Permiten ver cómo interactúan los usuarios con un sitio y cuáles son sus comportamientos. Comprender estas interacciones puede ayudar a diseñar sitios web mejores y más fáciles de usar.
Conclusión
Las leyes ofrecen una base sólida para diseñar experiencias fáciles de entender y utilizar. Sin embargo, no son normas estrictas que haya que seguir siempre. Sirven como directrices útiles para crear productos intuitivos y fáciles de usar.
El diseño de la experiencia del usuario es un campo complejo que implica utilizar el pensamiento crítico, la creatividad y la flexibilidad. Requiere que los diseñadores piensen en profundidad sobre cómo interactúan los usuarios con los productos y propongan soluciones innovadoras.
Aunque es importante tener en cuenta estas leyes, también debes confiar en tus propias ideas y utilizar el sentido común. No dudes en aplicar tus propias ideas para mejorar aún más la experiencia de los usuarios.
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